Como todos, los que lo hacen por estar a la moda, los que
han sido come guaguas desde siempre o a los que se les acaba de correr la teja,
soy un ferviente opositar del gobierno de Piñera, y de Piñera mismo, para ser
más específico. ¿Por qué? Porque es un inconsecuente, antiguo defensor del régimen
militar y de su dictador en los tiempos de cautiverio londinense, un ladrón de
corbata, con causas legales poco esclarecidas, tanto así que los mismos cables
de wikileaks lo definen como un empresario que maneja la política y los
negocios al limite de la ética y la ley, porque es un hijo del mismísimo demonio,
también llamado Milton Friedman, y tantas otras cosas ya bien conocidas, y bien
olvidadas de tanto en tanto. Pero como estos antecedentes, suficientes para
tenerlo en la cárcel o en el infierno (junto a aquel famoso senador UDI del que
hablaré más adelante), por si solos no tienen validez para descalificar el
gobierno que este peculiar hombrecillo de manos cortas ha llevado a cabo, es
que se hace necesario echar una hojeada a las cosas que este gobierno ha venido
haciendo desde que llegó al poder.
Y es que gracias al sistema binominal de Jaime Guzmán, aquel
miope hombre de religión, catedrático de la PUC y amante de las pasas
confitadas (eso último mera especulación mía), Chile posee dos putos bloques
políticos. Y es entonces que aprovechando la alternancia de este gobierno, nos
vemos muy tentados a comparar que tan nefasto está siendo el gobierno de la
caca, en comparación al gobierno del pichí. Bueno, claro, una persona más
inteligente no se quedaría en meras comparaciones, sino que intentaría evaluar
en cuanto a máximos y no mínimos, en cuanto a las necesidades reales, en cuanto
a lo que se debe reformar (o revolucionar)… pero como Chile no es un país de
gente inteligente, es que mejor nos dedicaremos a comparar.
Por ejemplo: por 20 años los pediatras investigadores de la
concerta requetecontra aseguraron que las guaguas estaban tica- taca tomando
teta por 3 meses, pasándose por sus amarillos traseros todo lo que decía la
ONU. Es así como en el gobierno de San Piñera se dan 6 meses de post- natal, a
diferencia de los 3 que había antes. Por otro lado; que opina usted, SI, usted;
la señora que me lee desde su casa, si le cuento que en nuestro país se le
cobraba el 7% en salud a los trabajadores mayores de 65 años… puros loquillos,
pensará usted, pero gracias a la intervención oportuna y carismática del
hermano del Negro Piñera; el Blanco Piñera, es que los tatitas pagan cero peso
por salud (pública). Además, en un derroche de creatividad, se crea El
Ministerio de Desarrollo Social, encabezado por el eterno candidato
presidencial y metelapata favorito de los niños de 31 minutos; Joaquín Lavín,
cuya función principal es ofrecer cafecito y sanguches de mortadela lisa a los
vagabundos de las calles… pero en serio, es un ministerio con cierto potencial
que antes no existía.
Así resumidamente, para no extenderme (y no evidenciar que
en verdad no manejo muy bien el tema). Comparando, en educación la señorita
Bachelet se enfrentó a momentos de alta tensión ciudadana en materia educativa;
recordando a Happy Feet, los Pingüinos de Madagascar y todos esos otros que se
hicieron tan famosos marchando en el 2006, hasta aquellos que salieron a alegar
en el 2008, luego de darse cuenta de que les habían metido el pico en el ojo… y
no me refiero al pico de pingüino. De todo ello, sólo se pudo concluir que las
mesas de diálogo con el gobierno son más chantas que receta firmada por el Dr.
Dencil. Y claro, la Concerta viene de antes que Bachelet, me refiero a los
tiempos en que Lagos metía a la banca privada en el crédito con aval de estado
y el crédito CORFO, para que todo el hueonaje pudiera estudiar de una puta vez,
si total después con los millonarios sueldos que el empleador privado genera se
podrá pagar a la honorable banca privada.
Ahora, el gran circo de los hermanos Piñera se complace en
presentar sus aportes para la educación… y el redoble de tambores (o la
fanfarria estrepitosa) la realizan todos los estudiantes marchando a la par,
por algo mucho más simple que un par de siglas firmadas por Pinocho (muñeco de
algodón, de madera y sin corazón), si no que por algo tan “simple” como la
gratuidad. Antecedido (en realidad reaccionario a) de aquel despliegue de
movilización ideológica, es que los payasos de gobierno entran a escena
luciendo sus mejores repertorios, preparados para la ocasión. No entraré en
mucho detalle (por las dos razones que ya dije) pero se desgranan un par de
cosas de todo lo que pasó: Beca vocación de profesor, pal que tenga caeza
pa´los estudeos, eliminación de la banca privada en los créditos de estudio,
generar todo un aparato bien desafinado y desaliñado que juegue a ser
fiscalizador contra el lucro en educación (si ni siquiera al mentado muñeco de
madera le gustaba esa leserita), crédito
a destajo, pa´ que se diga que el que no quiere estudiar es por pavo leso
nomás, y tantas otras cosas maravillosas que solo caven en la imaginación
circense de gobierno. Y así las cosas, si uno lo piensa con la cabeza fría,
olvidándose lo chuchesumadre que es nuestro actual gobierno, en verdad muchas
de las cosas que ha hecho suman muchísimo más que lo que la concerta hizo y pretendía
seguir haciendo… da para reflexionar, tomando una copa de coñac, fumando una
pipa y acariciando la melena de un pastor inglés.
Y me extendí en educación porque es un tema de moda, así
como el odio a Piñera y sacar fotos con instagram.
Yo no creo que Piñera y sus compinches estén haciendo un
buen gobierno, pero me da la impresión de que en su desesperación por cambiar
su imagen con olor a culo se están tirando algunos cambios que se esperaban
hace rato. Por otro lado, en este análisis no actuaron hoy: reforma tributaria,
reforma al cobre, licitación del litio, construcción de Hydroaysén y tantos
otros que fruto del alcohol y fuertes cuadros febriles no puedo recordar.
En fin, si legalizan la marihuana y septiembre se transforma
en un mes de carnaval, puede que hasta le dedica una canción y le cocine un
kucken a Sebastián Piñera Echeñique, amén.